11 de enero de 2016

Steven Jobs (2015)

La tercera acepción de la RAE a la palabra mito es ¨persona o cosa rodeada de extraordinaria admiración y estima¨, partiendo de esa premisa podemos afirmar sin ruborizarnos que Steven Jobs es un mito, para bien o para mal.
Llevar a la gran pantalla la historia de un mito siempre es difícil sobre todo cuando su admiración ha cambiado la vida de millones de personas.  A la hora de hacerlo el director tiene dos opciones o vilimpendiarlo o encumbrarlo más a los altares de la eternidad. Boyle ha optado por un camino intermedio para descifrar la personalidad de Steven Jobs.
Más que la vida de Steven Jobs sería mejor decir que el film narra la historia de una compañía creada por la insistencia y la manipulación de un ser tan antipático en su vida privada como era Mr Jobs.
Son largas las batallas de ego y los conflictos entre las empresas que uno se pierde por momentos y sólo recuerda los tres apuntes que millones de veces hemos leído en la prensa. Intenta Boyle y su guionista con este enfoque darle a la película un tono académico pero se pierde por momentos en la pedantería de lo intelectualmente correcto lleno de cifras, frases hechas y intrigas palaciegas aderezado por un melodrama familiar;  al final es en lo que se puede resumir el film. Si David Fincher en la ¨Red Social¨ le daba un toque innovador y maduro a la historia del creador de facebook, Boyle se queda en lo ya visto en cientos de filmes  y ese thriller que pretende hacer por momentos pierde el ritmo, aunque las dos películas tienen el mismo guionista Aaron Sorkin la suerte ha sido distinta por mucho premio que reciba.  
No es una mala película pero tampoco una obra maestra es algo como sabe hacer Boyle correcto y para triunfar.
Fassbender como siempre está grande, lo clava por momentos le aporta intensidad pero a veces se pasa de frenada, Kate Wislet está comedida y saca lo mejor de la película, logra humanizar la figura de ese tirano. Si hay un momento álgido en la película pero no por ello espectacular es la conversación de Jobs con su hija en la azotea del teatro, la actriz Perla Haney-Jardine  se come por momentos a Fassbender, aunque sería bastante pretencioso decir eso, nos quedaremos en que se iguala y que la actuación queda en lucha de titanes. También son de destacar las actuaciones de Seth Rogen gran autor aunque a algunos le moleste esto y el "polite" Jeff Daniels. 
Pero lo que nos interesa; ¿cómo queda la figura de Jobs y Apple en esta película? pues tocada, el personaje que presenta es intransigente, egoísta y por momento de una frialdad casi psicópata, los intentos de humanizarlo solo logran sacar lo peor de él. Y la marca Apple como un gran timo que nos vende más diseño que tecnología aunque esto no sea de todo cierto. Es Apple el ejemplo de gran empresa que crea una necesidad pero también que esas necesidades han satisfecho y facilitado la vida a la gente y su impronta ha sido copiado por sus competidores.

Hay una cosa que si honra este film, sería muy fácil y previsible que Boyle terminara con un vencido Jobs por la enfermedad y la rabia de que esa batalla la había perdido, por el contrario nos muestra el inicio del triunfo, pues la otra historia es fácil imaginarla. 

Puntuación 6



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