15 de febrero de 2007

EL GRAN SILENCIO





Imaginemos un lugar apartado del ruido cotidiano. Un lugar donde la gente únicamente habla lo necesario. Un lugar donde no exista ningún deseo solo el de plenitud.

Ahora imaginemos una película con las características anteriores y otras más; unos protagonistas sin nombre y una acción en la contemplación durante unas tres horas.

Pues todos estos ingredientes los tiene “El gran Silencio”

El Gran Silencio es documental que nos acerca a la muchas veces misteriosa vida de un monasterio. Un recorrido de tres horas donde el espectador se convierte en un principiante cartujano. Cuyo máximo en la vida es la contemplación y la alabanza.

Muchos se preguntan ¿cuanto fácil es ver este film? Pues la respuesta es sencilla. Según la capacidad que se tenga para adentrarte en el.

Hablar de este trabajo es muy complicado pues es un film en la que experiencia personal de haberlo visto es lo que cuenta. Así para algunos pudo ser un simple acto de evasión, para otros un tostón de casi tres horas y para muchos un gran ejercicio estético.

Con respecto a esto último su capacidad de innovación estética es incuestionable. No sólo en la belleza de cada fotograma sino en el tempo logrado. Un tempo que se logra a base de mostrar únicamente lo que existe. Sin más artificio que las simples oraciones que se escuchan. Gracias a Dios (y no mejor dicho) El director no se nutre de la prostituida voz en off.

Como una gota cae de un plato mojado, el escribir de un cartujano que aprende español y el paseo en un día de luz son los momentos más intensos de esta película.

La única pega que se puede hacer a este film es la gente que atrae. Gente muy confundida que espera ver una alabanza a la religión y se encuentra con una alabanza al a contemplación de lo sencillo. Así que es fácil encontrase en la sala de cine con la sesentona cristiana de apariencia de piel de visón y labios de rojo carnal. Cuya ostentación se nota en su incapacidad para callar y respectar a lo demás. Esta persona es la protagonista del irritante siseo que se escucha en una iglesia. El cuanto más alto sea más soldado de Cristo será.

PD: El director aunque católico por impositivo legal se declara libre pensador y defensor de la interpretación individual de toda creencia.


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