11 de mayo de 2008

A LOS 18 AÑOS YA ERA DEMASIADO TARDE


Recuerdo que fue un domingo. Antes de irme a dormir; encendí la tv y haciendo zapping me encontré en la pantalla con una mujer mayor surcada por miles de arrugas y de voz ronca. Era la 2 portuguesa (la antena interior me permitía ver cadenas lusas) la entrevista era hecha para la France 2. En ese momento pusieron un rotulo donde aparecía el nombre; Marguerita Duras écrivain. Me fascinó me quede mirándola largo rato exhorto ante su potencial. Hablaba del alcohol su mayor enemigo su encuentros con Sartre, su inquieta vida política su compromiso con el PCF y su desazón con la vida. A la mañana siguiente me encaminé a la enciclopedia y busque: Duras Marguerite. Saigón 4 de abril de 1914-. Pude saber que había tenido un hijo además de ser escritora fue directora de cine, dramaturgo… Dentro de su obra uno de los libros que más éxito había tenido fue “EL amante” Como un poseso fui a comprarlo. Tal como me esperaba el impacto que me produjo fue brutal. Había descubierto una “maldita”. 
Ahora unos años más tarde vuelvo a leer su obra y me encuentro con una dichosa amargura. Entiendo que siempre dijera que escribir la mataba poco a poco.
Para Mademoiselle Duras descubrir el deseo con tan solo 15 años fue la muerte temprana. Era ella aquella niña que se escondía en una habitación de Chalson que en medio de los gritos de la calle; gemía bajo el deseo de él.
Descubrir un placer en manos de un adulto de forma tan prematura fue todo un acontecimiento. Su existencia que aquellos años se encontraba bajo la presión de un ambiente hostil una madre para la cual su hija no existía y dos hermanos. El placer supuso la evasión de ese infierno. Pero una condena también cuando aquello que amas quema. Fue muy pronto cuando conoció ese dolor y la muerte. Muerte de un hermano menor al que se acercó a él tras su fallecimiento, pero también muerte en vida de un hermano mayor victima de una admiración materna enfermiza. Sus recuerdos son de esa habitación en penumbra, la limusina y el sombrero de hombre y tal vez aquel transbordador que la convirtió en victima.
El amante era de cuerpo frágil y sentimientos intensos. Tal vez el ser el participe del despertar de la niña le aportó la fuerza de una madurez que no llegaba. Véase el fracaso en su intento de una educación occidental en París. Donde se dejo seducir por una vida bohemia y hedonista.
La historia es también el reflejo de una decadencia colonial. Una familia que ya no es rica, pero a los que los indígenas o mestizos tratan con un respecto inherente. Donde un chino rico profana la belleza de una niña occidental .
El libro está narrado en primera persona, pero son aquellos momentos intensos donde la escritora se manifiesta indirectamente hablando de aquella niña. Parece querer alejarse de ese dolor que tanto la hirió, y regañarse.
Su novela fue llevada al cine en 1990 por Jean-Jacques Annaud. La adaptación en un primer momento iba a contar con la colaboración de la escritora pero debido a las discrepancias rompió la relación con el realizador. Como venganza ella publicó el libro “El amante de la China del norte” que alcanzó un notable éxito.
Ella quería duchas donde el agua cabalga por la espalda de un amante. Hiroshima mon amour.
“Muy pronto en mi vida fue demasiado tarde. A los dieciocho años ya era demasiado tarde. Entre los dieciocho y los veinticinco años mi rostro emprendió un camino imprevisto. A los dieciocho años envejecí. No sé si a todo el mundo le ocurre lo mismo, nunca lo he preguntado. Creo que me han hablado de ese empujón del tiempo que a veces nos alcanza al transponer los años más jóvenes, más gloriosos de la vida.”



CHAPTER 27


Si alguna encuesta recogiera las opiniones de los ciudadanos sobre los hechos más relevantes en la década de los ochentas entre ellos estaría el asesinato de John Lennon. Hecho infortunioso que lo convirtió en un mito.
En todo acontecimiento inesperado un mar de conspiraciones creció alrededor. Si un asesinato en nombre de la C.I.A…
Libros y cine se frotaron las manos ante tal inmensidad de materia que podían sacar de ahí. Y así nacieron muchas fracasadas obras. Entre estas esta Chapter 27.
Chapter 27 se centra en el asesino Mark David Chapman y sitúa la historia en los días previos al parricidio. La narración se sitúa en la mente del criminal bajo cuyo ángulo pretende pintar la historia. Esta decisión conlleva un riesgo que casi siempre cae por el lado menos deseado. Meterse en la mente de un asesino es complicado sobre todo cuando como en este caso se pretende realizar un examen exhaustivo de una realidad real y de una realidad creada. Si es cierto que una mente perturbada carece de una visión acertada de esa realidad. Ello justifica a muchos directores hacer verdaderos disparates incurriendo casi siempre un una marabunta de despropósitos Así vemos un personaje obsesionado con el Holden Caulfield protagonista de una de las obras cumbre de la literatura americana “El guardián entre el centeno” al que pretende emular, integrado y evadido de una realidad que deambula sobre su creación.
A la desesperada de intentar sostener la historia el director introduce personajes en el deambular del Chapman. Una joven con la que establece una ligera cercanía a través de su admiración por Lennon.
El error del realizador y guionista reside en no haber subsanado las respuestas que en el transcurso de la película un espectador normal que no conozca mucho el tema se pueda plantear. ¿De donde venía? ¿Quién es esa mujer con la que habla por teléfono? ¿Por qué todo el mundo que custodia el edificio Dakota lo llaman por su nombre de pila?... Y un sinfín de preguntas.
Si es posible decir ciertas verdades. La película fue y es un claro lucimiento de su protagonista Jared Leto que soñó con una nominación al Oscar. Pero sin lugar a dudas la publicidad gratuita de la cuestionable Yoko Ono al descalificar tal trabajo ha ayudado a que muchos se acerquen a verla.
La única virtud del filme es su cuidada y acertada ambientación. (Algo hay que salvar)
La cinta es una de las tantas seudo-cine intelectual que se presentó en ese festival independiente llamado Sundance. Que desde hace un par de años ha dado unos muy mediocres filmes “Quinceañera” quedando lejos aquellos años de “Sexo mentiras y cintas de video”