4 de febrero de 2018

Call me by your name

Io Sono il amore la segunda película de Luca Guadagnino y que le dio el reconocimiento del público. Comienza con una gran nevada una casa en Milán donde vive una familia de la alta burguesía que en poco tiempo va experimentar su declive.  Cegados por el sol ambientada en un pueblo italiano la sexualidad y el ambiente liberal presagian la bomba que estaba a punto de estallar.
Su última película Call me by your name va sobre el amor, pero no el amor en general sino esa amor capaz de matar y hacerte sufrir.
Un doctorando  Oliver en su mejor momento es invitado a casa de una familia de la alta intelectualidad, donde francés italiano e inglés se intercalan sin problema, Su estancia es de seis semanas como ayudante. Una casa en medio del campo, un bosque un lago y un pequeño pueblo.
La Italia de los ochenta que tanto la música, la ropa como las conversaciones sobre la política nos la recuerdan continuamente.
En la casa vive Elio un joven de 17 años, inteligente con unas capacidades musicales mamadas en ese ambiente intelectualoide.
Será Elio con  sus escasos 17 años quien nos guiará por sus impulsos y por esa pasión.  Es él quien rechaza el primer flirteo. Pero desde un principio no tienen escapatoria, dos habitaciones separadas por un baño.
El erotismo es latente, la camiseta con esos botones de Oliver que deja a descubierto un pecho velludo masculino, el calor, la ropa ligera y el zumo de albaricoque para saciar la sed.
Un ambiente que tomando unas ligeras licencias nos traslada a la Belleza Robada de Bertolucci.
Son bicicletas, baños para refrescarse del calor, y empieza la primera caricia el primer beso robado. Y la primera confesión en mitad de una plaza con un lenguaje secreto que esconde la pasión.
Todos son señales hasta que el acto se consume, pero ellos son conscientes del tiempo que han perdido. Cuando la vorágine de la pasión les atrapa. Antes Oliver flirtea con femias y Elio tiene su primera experiencia disfrazando el sexo de su conquista. En su mente sólo está Oliver.
Los matices, los juegos, esa forma de no tocarse, aunque su familia sabe lo que ocurre y los alienta a que vivan ese amor con toda la naturalidad posible,  se plasma en una de las imágenes más difundidas. Las disculpas en la orilla del mar donde no hay un abrazo sólo un apretón de manos de Elio a la mano escultural que Oliver sujeta.
Una pasión que a Oliver le da miedo, miedo a que lo utilice en su contra.

Al film se le puede acusar de preciosista pero al final resulta necesario. Sin ese exceso sensorial, música , bailes , luces, una verbena divertimento de los intelectuales en la época estival, no llegaría a impactar tanto. Pueblo como refugio de lo urbano y como testigo de lo más natural de la pasión.
Es una película ambientada en una época en la que no existía miedo a la plaga que vendría después , el único miedo era morir de pasión.


Es curioso que el guión esté firmado por Jame Evoly, que en un principio la iba a dirigir pero debido a su avanzada edad se hizo sólo cargo del texto,  Evoly es responsable de una de las primeras historias de amor homosexual más importante de los ochenta Maurice. Y como Maurice  estaba basada en la obra de E. M. Foster Call me by your name se basa en el libro homónimo de Andre Acimen

Nota: 8

31 de enero de 2016

Tangerine (Sean Baker)


El videoclip no nació con la MTV, sólo ayudo a popularizarlos y llevarlos a la gran masa. Si nos atreviésemos a decir algo sobre su concepción podíamos llegar a la conclusión que fue Disney el gran percusor.
Son largos los ejemplos de realizadores que han venido del mundo videoclip y que esa estética la han logrado plasmar en sus filmes, nadie entendería el mundo de David Fincher si no ha visto Express yourself de Madonna o Michael Gondry sin algún video de Bjork.
Aunque Sean Baker no haya flirteado con el videoclip, si que en su película Tangerine se nota la influencia del género.
Tangerine podía ser una mezcla entre Slacker de Richard Linklater y Spring Breaker de Harmoni Korine, el primero por el mundo que retrata y el segundo por la velocidad con la que está rodada. Las primera imágenes de Spring Breaker eran una gran orgía de color y sexo en Tangerine se nos muestra el caos que durante toda la película vamos a presenciar.
El film narra la historia de unos transexuales el día de nochebuena, la infidelidad del amor de su vida hace a Sin-Dee, una de la protagonista, se ponga a buscar como una posesa a un tal Charlie, que por un momento parece el Godot de Beckett al que nunca conoceremos.
La película está rodada integramente en la caótica ciudad Los Ángeles donde muchos van a cumplir sus sueños, aunque tengan que pagar por llevarlos acabo, Alexandra alquila el local para cantar y no es el dueño que la contrata para amenizar la velada, uno de los momentos más emotivos. Como dice una de las protagonistas Los Ángeles es la ciudad de la fantasía que disfraza toda la mierda y así muchas películas la han retratado desde Mulholand Drive hasta algo tan popular con Pretty Woman.
Aunque por momentos parezca una Vidas Cruzadas del mundo Trash; Tangerine es un gran traveling donde la historia del armenio taxista la prostituta amante son algunos de los muchos personajes secundarios. El director se pudo ahorrar todo el drama familiar y la película hubiese sido redonda, no hacía falta más muestras de la falsa apariencia.
El film no frivoliza sobre el mundo transexual, no hay un momento cómico, es todo tan crudo y real, que navega en una pequeña melancolía de sueños rotos.
Toda la película es una gran farsa, pero en sentido positivo, grabada en tonos amarillos para resaltar ese contraste entre la navidad que les han vendido y la navidad o vida que les ha tocado interpretar.
Y todo esto transcurre en un día, donde al amanece la protagonista que recibe el nombre de Sin-Dee , diminutivo de Cindirella, se nos muestra como la protagonista del cuento, pero cuando termina la noche es toda decrepitud. Un cuento al revés no es el príncipe quien busca a Cenicienta, es la plebeya quién busca al ansiado heredero.
Una pequeña película de la que se hablará mucho en el futuro.

Nota: 8


25 de enero de 2016

Hijo de Saul (Lászlo Nemes)


La muy manida historia del Holocausto cuenta con un nuevo film. Cuando hemos visto todo tipo de descripción: películas en blanco y negro, comedias, documentales de larga duración (El último de los injustos) y películas de distintas nacionalidad, resulta difícil ser original y no caer en los clichés de siempre.

En El Hijo de Saul los campos de concentración son presentados como verdaderas fábricas de matar, donde los Sonderkommando son la mano de obra esclava que ayudan a liquidar a los no deseados. Limpian y esparcen las cenizas en un verdadero trabajo en cadena. Saben ellos que serán los siguientes en morir y de ahí que la rebelión cada vez está más cerca. Entre todas las víctimas aparece el misterioso hijo de Saul, protagonista del film, que se convierte en el personaje trasversal que construye la historia, y donde la frase: “quién salva a un hombre salva a toda la humanidad” toma todo su significado, pero también el hecho de traicionar a los vivos, para salvar a un muerto, se plantea.  

László Nemes, discípulo de Bela Tarr, va más allá y decide plasmar la barbarie nazi desde un punto de vista tan subjetivo  como agobiante. La cámara deja de ser un simple medio para reproducir la matanza y se convierte en la sombra del protagonista. Nunca dejará al protagonista solo. Muchas veces la realidad se intuye más que se ve, es borrosa y silenciosa. Grandes planos secuencias que se rompen cuando el ambiente es claustrofobico. No hay música que dramatice la historia ni en los momentos álgidos que suavice tal dolor, sólo el ruido de puertas de falsas duchas que se cierran y el decrepitar de la cremación. La cámara se esconde con el protagonista cuando acecha   de terror, ello no relaja para nada el momento, al contrario  produce tal desazón que es imposible no emocionarse. La historia trascurre en dos días dentro de la “fábrica” y fuera en un bosque que tapa el horror.
Muchos critican la cara de apatía que Saul  presenta ante tal atrocidades, pero como dice él  “ya estamos muertos” y en consecuencia no hay nada que perder.
No es otra historia del Holocausto, es una obra maestra sin contemplaciones.


Nota 10



Love (Gaspar Noe)

 


Hay directores que su  nombre es sinónimo de escándalo, sobre todo para las mentes cerradas.
Gaspar Noe realizador de origen argentino debutó hace unos años en el festiva de Cannes con la muy notable e interesante Irreversible, una película para muchos caótica con un gran flasback y alguna escena imposible de borrar, la escena de violación de Monicca Belucci; tres largos minutos en un solo plano hizo correr ríos de tinta y fueron numerosos espectadores que decidieron salir de la proyección.
Su anterior trabajo Carne ya había mostrado ese mundo violento y de personajes desestructurados.
Sin tener una larga filmografía y después de probar el mundo del corto y la extravajancia de Into the void, el director ha querido volver a la palestra con un nuevo film, Love.
Una película vendida como una historia de amor y sexo en 3D, nada mejor para llamar la atención.
La historia es archiconocida chico conoce a chica se enamoran, juegan, intentan poner en funcionamiento sus fantasías y un día la mala suerte hace caer ese “amor”
En la película el director pretende dar una lección del amor sentimental y aquello que llamamos pasión, para ello y sin ningún rubor se permite plasma de forma explícita todo encuentro carnal y ya al inicio del film lo primero que se nos muestra es la pareja en plena caricias genitales. Para dotarlo de cierto snobismo vuelve Gaspar Noe a utilizar la estructura de Irreversible c pero esta vez con alguna  concesión que le permite regresar a la escena que desata la tragedia. Son rojos intensos y verdes los que impregnan  todo la película, los primeros las escenas más trágicas, los segundo la falsa felicidad, y el color "real" lo deja para los momentos cotidianos.  El soliloquio domina gran parte del metraje y las conversaciones entre los personajes son un cúmulo de frases grandilocuentes. El personaje susurra, es un jadeo silencioso, de esos que se intentan acallar para que nadie se enteré.
Las escenas de sexo explícito se concatenan y llegan a ser por momentos tediosas. Lo más interesante es adivinar lo que pretendía Gaspar Noe con este film, si su objetivo era hablarnos del amor sentimental, el deseo ciego y aquello que denominamos celos pues podemos salvar algo, si por el contrario su idea era romper los esquemas con un sexo en 3d, se ha quedado en la mera anécdota porque ya han sido varios los directores que han roto el límite de lo erótico y lo pornográfico, y salvo La vida de Adelen, Intimidad o Ninphomanic el resto ha sido unos auténticos actos onanísticos; o si no que se lo digan a Michael Winterboton y su seudoporno intelectual de 9 song, donde lo único que se salvaban era las  9 actuaciones de aquellos grupos.
Otro ejemplo de un falso escándalo, en un mundo en que a golpes de una tecla te encuentras todas la fantasías que se te ocurran eso si sin la posibilidad de verla en 3d ni mancharte. 




Nota: 4

11 de enero de 2016

Steven Jobs (2015)

La tercera acepción de la RAE a la palabra mito es ¨persona o cosa rodeada de extraordinaria admiración y estima¨, partiendo de esa premisa podemos afirmar sin ruborizarnos que Steven Jobs es un mito, para bien o para mal.
Llevar a la gran pantalla la historia de un mito siempre es difícil sobre todo cuando su admiración ha cambiado la vida de millones de personas.  A la hora de hacerlo el director tiene dos opciones o vilimpendiarlo o encumbrarlo más a los altares de la eternidad. Boyle ha optado por un camino intermedio para descifrar la personalidad de Steven Jobs.
Más que la vida de Steven Jobs sería mejor decir que el film narra la historia de una compañía creada por la insistencia y la manipulación de un ser tan antipático en su vida privada como era Mr Jobs.
Son largas las batallas de ego y los conflictos entre las empresas que uno se pierde por momentos y sólo recuerda los tres apuntes que millones de veces hemos leído en la prensa. Intenta Boyle y su guionista con este enfoque darle a la película un tono académico pero se pierde por momentos en la pedantería de lo intelectualmente correcto lleno de cifras, frases hechas y intrigas palaciegas aderezado por un melodrama familiar;  al final es en lo que se puede resumir el film. Si David Fincher en la ¨Red Social¨ le daba un toque innovador y maduro a la historia del creador de facebook, Boyle se queda en lo ya visto en cientos de filmes  y ese thriller que pretende hacer por momentos pierde el ritmo, aunque las dos películas tienen el mismo guionista Aaron Sorkin la suerte ha sido distinta por mucho premio que reciba.  
No es una mala película pero tampoco una obra maestra es algo como sabe hacer Boyle correcto y para triunfar.
Fassbender como siempre está grande, lo clava por momentos le aporta intensidad pero a veces se pasa de frenada, Kate Wislet está comedida y saca lo mejor de la película, logra humanizar la figura de ese tirano. Si hay un momento álgido en la película pero no por ello espectacular es la conversación de Jobs con su hija en la azotea del teatro, la actriz Perla Haney-Jardine  se come por momentos a Fassbender, aunque sería bastante pretencioso decir eso, nos quedaremos en que se iguala y que la actuación queda en lucha de titanes. También son de destacar las actuaciones de Seth Rogen gran autor aunque a algunos le moleste esto y el "polite" Jeff Daniels. 
Pero lo que nos interesa; ¿cómo queda la figura de Jobs y Apple en esta película? pues tocada, el personaje que presenta es intransigente, egoísta y por momento de una frialdad casi psicópata, los intentos de humanizarlo solo logran sacar lo peor de él. Y la marca Apple como un gran timo que nos vende más diseño que tecnología aunque esto no sea de todo cierto. Es Apple el ejemplo de gran empresa que crea una necesidad pero también que esas necesidades han satisfecho y facilitado la vida a la gente y su impronta ha sido copiado por sus competidores.

Hay una cosa que si honra este film, sería muy fácil y previsible que Boyle terminara con un vencido Jobs por la enfermedad y la rabia de que esa batalla la había perdido, por el contrario nos muestra el inicio del triunfo, pues la otra historia es fácil imaginarla. 

Puntuación 6



21 de mayo de 2009

STAR TREK



A algunos la serie Star Trek nos queda muy lejos, somos más de V que de las aventuras de Spok, pero eso no impide que nos acerquemos al cine a ver la última película del productor de la gran serie Lost, JJ Abrams, una de las mayores logros de la televisión actual.
Abrams ya había probado suerte en el cine con Misión Imposible III con un resultado más que notable, y otras pequeñas incursiones como productor “Cloverfield”.

La película podría haber sido un fiasco lleno, de diálogos esteriotipados, clichés y personajes mimitezados, pero Abrams ha dado un paso más allá y ha hecho una película que traspasa el cine palomitedo y se lanza a una nueva oleada de cineastas que han descubierto que dentro del gran cine se puede hacer productos consistentes y con un gran peso artístico, sin caer en el convencionalismo.

Parte de las virtudes de Star Trek vienen del planteamiento filosófico que nos expone, el conocimiento de un futuro y la actitud que tendremos desde el presente hasta él. ¿Qué pasaría si un día nos dice lo que llegaremos a ser dentro de unos años? Nos acomodaríamos esperándolo o intentaríamos recorrer el camino tal como está escrito en nosotros.

Como toda nueva película de esta generación de cineastas, la imagen es un factor primordial elemento que contiene y añade tensión las secuencias de la batalla los viajes espacio temporal, el sonido, percepciones eso si que sólo podrán disfrutarse en pantalla grande. Estos recursos no son meros objetos decorativos son elementos de un conglomerado de factores que hacen una película redonda.

Lo grande de esta clases de películas es las reacciones que tiene en el público, Batman Cloverfield, Maria Antonieta, escandalizan a los que todo lo intelectualizan y gusta aquellos que adaptándose a los tiempos sabe que el cine es una evolución y que todo hay que mirarlo con distintos ojos y amoldarse a las nuevas corrientes.