Todos los dictadores son iguales. Ninguna de las razones de su existencia los justifican. Ya pueden ser dictadores que luchan contra el Imperio, populistas disfrazados de salvadores de la patria o humanidad…Todo esto viene por la reciente convalecencia del dictador cubano Fidel Castro.
Al igual que Franco y cia… su régimen ya dura más de 40. Aquello que comenzó con el derrocamiento de otro dictador Batista, que luego se exiliaría en la España de Franco.
Y que se ofrecía como solución para terminar con el régimen de terror instaurado por su antecesor. Se convirtió con el paso de los años en la dictadura más antigua de Latinoamérica.
En la actualidad han emergido nuevos populistas Chávez (Venezuela) Morales (Bolivia). Todos ellos con la diferencia de que han salido por soberanía popular. Pero que luego han modificado constituciones… para establecer regimenes a su medida.
La pobreza, la marginación por parte del primer mundo son caldo de cultivo de estos regimenes. Ha ello se une la pasividad de los partidos tradicionales…
A menudo estos regimenes producen la simpatía vergonzante de los que se denominas seudopogres. Hay que luchar contra el Imperio! Suelen decir; aunque esto conlleve cerrar la boca a quien disiente, un tiro por la espalda o secuestrar aviones.
El problema de estos Estados es como acabar con ellos, como será su transición a un régimen democrático…
Queda descartado el uso de la fuerza para su derrocamiento (sirvió para algo lo de Irak) debe ser de forma natural. Siempre se deberá facilitar por parte de la Comunidad Internacional el proceso de transformación.
El pueblo sometido es reacio al cambio. Y cuando se produce suele aparecer el síndrome de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. El duerte sentimiento patriótico y el miedo a perder la identidad, suelen frenar el proceso.
Para Cuba se desea que su transformación sea lenta pero tranquila y que ninguno de los bandos imponga sus criterios y la Comunidad Internacional deje que todo surja de forma natural. Ello implica que USA (que ya ha aprobado ayudas para que los disidentes puedan implicarse en la transición cubana). Abandone sus pretensiones de control. Además; elimine el bochornoso embargo. -La población civil son victima y no verdugos de un sinistro régimen-.
Ojalá ya no tengamos que escuchar sermones de ocho horas, la prensa se pueda mover libremente sin tener que pedir ningún permiso para ejercer su trabajo. Y se establezca una sociedad en la cual los ciudadanos puedan elegir como vivir y que hacer.
Esperamos por último no tener que escuchar a los defensores de las causas perdidas afirmaciones como: en Cuba nadie muere de hambre…
Sólo le recordaremos que algo para nosotros tan común; como el instrumento que utilizó ahora para comunicarme Allí está prohibido.
Por una Cuba democrática y libre!
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