Redescubrir un nuevo género puede resultar toda una delicia. Y esto puede pasar con La conseguenza dell’amore. Película de una de las últimas promesas del cien italiano; Paolo Sorrentino. Sorrentino reinventa el cine de la mafia…
Titta di Girolamo es un hombre con una tediosa existencia. Su destino lo ha llevado a vivir en un hotel en la Suiza. Sus únicos pasatiempos las cartas y la excitación de su trabajo a mano de la mafia. Su cometido ingresar maletines repletos de millones provenientes de la mafia en un banco suizo.
Si las películas de este film suelen empezar con una escena más o menos estimulante. Unas escaleras mecánicas, un hombre con un maletín que se desplaza lentamente en un espacio sobrio; es el punto de partida de este film.
Tempo lento domina la primera mitad del film. Tempo que nos permite entrar en el tedio y aburrimiento de un hombre poco estimulado por las ganas de vivir. Pasos ligeros y estancias sencillas, el bar del hotel; el blanco y austero banco. Un ritmo donde todo esta calculado de milimétricamente. “todos los miércoles a las diez en punto me meto un chute de heroína, siempre a las diez” Cuando esta rutina se rompa es que algo va mal. Y la rutina se rompe…
La película está llena de pequeños detalles; que no pueden pasar desapercibido para un espectador despierto. Desde el sistema que manda utilizar para contar los billetes hasta la extraña relación con sus vecinos y familia. El amor reprimido, el deseo de creer en que puede ser amado. No solo un amor sensual tal vez una sincera amistad.
Conviene recalcar la sutil y elegante fotografía nada de histrionismos ni fuegos virtuales. Únicamente se rompe esta tendencia con una ligera e imprescindible banda sonora.
Película recomendable para aquellos con un fuerte amor patrio al cine, que le impide mirar con humildad la superioridad de nuestros vecinos. ¡Viva el cinema italiano!
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